Buenos días a todos.
El otro día conversando con una persona con bastante experiencia... me dijo te voy a contar un cuento ... e hizo que se formará una curva en mi boca y ... por ello lo voy a compartir con todos vosotros... los que me queréis, los que me odiáis y ... los que me envidiáis... los que no os habéis molestado en conocerme... y los que presumís de hacerlo...
Había una vez una comunidad de "hombrecitos"... donde las "hombrecitas" apenas llegaban a la categoría de lerdas, según la opinión de la mayoría de los "corderos".
En esta comunidad existían muchos pactos... unos eran evidentes... otros no tanto... y otros se sobreentendían... Cada pacto tenía sus propios protagonistas y sus propios intereses...que como supondréis "se decían generales"... PERO a todos estos pactos les unía una particularidad que era unánime para todos y cada uno de ellos... independiente de sus protagonistas y de los intereses "comunes"... esta particualridad es que eran pactos de silencios... y como ya habréis llegado a la conclusión, "las hombrecitas" (dada la fama de este género... ojo no digo realidad) estaban fuera de este "silencio de los corderos".
Lo que nunca llegaron a entender estos "hombrecitos"... es que muchas de estas "hombrecitas" conocían estos pactos de silencios ... y no les importaba no ser partícipe de ellos... más bien TODO LO CONTRARIO... porque ellas... lejos de ser lelas... sabían perfectamente que en esta comunidad los favores deben devolverse o se vuelven contra uno ... y es que para poder ser una misma y coherente con sus actos es mejor no deberle nada a "nadie" y ... LA ÚNICA MANERA ES NO HACER NINGÚN PACTO DE SILENCIO... como les ocurría a las "hombrecitas de esta comunidad"... o al menos a algunas de ellas.
Nota: cualquier parecido con la realidad es una casualidad.
Hasta pronto. Nieves.
