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sábado, 15 de noviembre de 2008

HIJAS/OS Y ESFUERZO.



El esfuerzo es aquello que nos ayuda a conseguir las metas que nos proponemos y a vencer y superar los obstáculos de la vida diaria. Nos ayuda a resistir y perseverar para conseguir el objetivo a alcanzar.

Si nuestras/os hijas/os se dejaran llevar por lo que les apetece en cada momento, seguramente no estudiarían, no ayudarían en las tareas de casa, no organizarían sus cosas, etc. y por consiguiente, cuando sean mayores, no sabrán enfrentarse solos a las dificultades y contratiempos que se le presenten.

Los padres tenemos que concienciarnos que la clave no está en quitarles el sufrimiento a los hijos sino en proporcionarles las herramientas, estrategias y capacidades que les ayuden a enfrentarse a las dificultades.



Cómo educar en el esfuerzo


En primer lugar hay que enseñarles en qué consiste el esfuerzo y el sentido y valor que este tiene. Si se empieza por enseñarles a esforzarse en cosas pequeñas cuando sean mayores serán capaces de hacerlo con las grandes dificultades que la vida les va a deparar.
Nuestras/os hijas/os tienen que saber que lo importante es hacer lo que se debe y no lo que apetece. De esta forma aprenderán a controlar los impulsos, vencerán los estados de ánimo, la impulsividad, la impaciencia etc.
Es importante enseñarles a marcarse metas que sean realistas, ayudarles a decidir lo que quieren en un momento de confusión. Les puede ayudar que los padres les hagan preguntas del tipo: ¿Qué quieres hacer en este asunto?, ¿Cuál es tu objetivo?, ¿Qué te propones con esto? Y por consiguiente hacerles ver que todo supone un esfuerzo, pero que merece la pena.
El ejemplo de los padres es fundamental. A nuestras/os hijas/os les va a ayudar mucho ver que sus madres/padres también se esfuerzan, que no se quejan cuando las cosas no salen según lo previsto, que asumen sus propios errores y que a pesar de las dificultades son capaces de seguir adelante.

Cómo empezar a enseñarles

* Hacerles ver la cara positiva del esfuerzo, presentarlo como algo valioso y necesario que les va a ayudar a alcanzar los objetivos y metas propuestas.

* Es conveniente que los padres provoquen ocasiones en las que los hijos se tengan que esforzar, por ejemplo levantarse temprano, comer algo que no les agrada mucho, realizar alguna tarea de casa que les resulta algo molesta, etc.

* Explicarles que las cosas que se empiezan hay que terminarlas y que no se deben hacer chapuzas. Al principio habrá que ayudarles a ser realistas antes de comenzar algo y enseñarles a prever las consecuencias de sus actos y decisiones.

* La disciplina y el esfuerzo van unidos. Es aconsejable tener un horario, cumplir unas normas en casa, procurar que tengan la mayor parte del tiempo ocupado, realizar algún tipo de deporte, implicarlos en el cuidado de los hermanos pequeños, etc.

* Los padres son los que mejor pueden ayudar a los hijos a vencer las impaciencias, superar el aburrimiento, la indecisión, los impulsos, los cambios de humor etc. Los niños al principio no saben ponerle nombre a lo que les ocurre y por ello los padres deben ayudarles no solo a descubrirlo, sino también a encontrar la forma de superarse y vencerse a sí mismos.

Es difícil y aveces hasta duro ser madre/padre y tener que tomar decisiones en la enseñanza de la vida a nuestras/os hijas/os. Por ello creo que es necesario que sepan desde pequeños que en esta vida todo tiene su esfuerzo y en ocasiones hasta sacrifico. Es mejor mostrarles el mundo tal y como es, no contarles un cuento de color rosa porque la realidad, la verdad les hará libres.

Pero desde luego, de lo que sí estoy segura es de que SER MADRE HA SIDO LO MEJOR QUE ME HA PASADO EN ESTA VIDA. Al comienzo eran muchos los miedos que tenía, y ¿si no soy una buena madre? ... Pero con el tiempo esas dudas se disipan, y aprendes y comprendes que SER MADRE ES:

-Querer sin condición.
-Querer lo mejor para las/os tuyas/os.
-Querer que crezcan sanos y felices.
-Querer que sean buenas personas.
-Querer que crezcan con grandes valores.
-Querer que aprendan de sus errores.
-Querer que sean consecuentes con sus pensamientos y actos.
-...
y con el tiempo y la experiencia de la vida, te das cuenta de que todo eso se lo puedes dar tú, con una buena educación en valores, actos y comportamientos, con mucho amor, comprensión y diálogo.

Nuestras/os hijas/os, al menos yo así lo creo, deben crecer con unos valores democráticos como la tolerancia, el diálogo, la autoestima, el respeto, la solidaridad, el compañerismo, debemos enseñarles a convivir sin violencia, a rechazar la discriminación del tipo que sea, deben crecer sabiendo que tienen un compromiso con sus estudios porque éstos son su futuro y para ello deben colaborar con sus madres/padres, con los docentes y respetar el entorno en el que se desarrollan.

Es una tarea ardua pero muy gratificante. Un/a padre/madre siempre quiere lo mejor para sus hijos y por ello debe enseñarle a esforzarse en su trabajo y en su covivencia; un padre debe ser objetivo en los asuntos que atañen a sus hijas/os ya que es la mejor manera de ayudarle y debe saber decir no a sus hijas/os cuando es que no y decir sí cuando es sí. En la educación de nuestras/os hijas/os sólo caben las concesiones cuando se ha dialogado y consensuado de forma objetiva, respetuosa y tolerante entre ambas partes.

Sed buenos y quered mucho a vuestras/os hijas/os. Todas/os podemos intentar hacerlo bien.

Nieves.