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lunes, 7 de diciembre de 2009

DESILUSIÓN Y DESENCANTO.


Saludos a todas/os.

No sé exactamente el tiempo que hace que inicié mi blog, pero sí sé que mis alegrías, así como mis tristezas, fueron numerosas e intensas. Me sorprendí con mis propias resurrecciones y lloré mis muertes; bailé en los salones de la felicidad y me arrastré en los charcos del disgusto; abrí los brazos para recibir a quien volvía e, impotente, vi la espalda de quien partía; intenté ayudar con mi conocimiento y vi como era despreciado y rechazado; seguí luchando por mis ideales y fui protagonista de mi ignorancia. Pero saben… no me importó ni me importa,… aunque incomoda y violenta.

Este tiempo ha sido el tiempo de las desilusiones y de los desencantos; y yo espero no mezclar esos dos sentimientos. Las ilusiones no son más que idealizaciones; los encantamientos, estados de admiración. Las ilusiones se basan en falsedades, son espejismos; los encantamientos nacen de apreciaciones de la realidad. Las ilusiones visten nuestras mentes de fantasías; los encantamientos vienen de percepciones claras de la vida.

Me ilusioné con los nuevos compañeros; creí con fervor que podríamos hacer muchas cosas juntos, me ilusioné con esa nueva versión, no noté los celos, las maldades, las envidias que la motivaban.

Me ilusioné con el nuevo cometido, luchar, trabajar y aunar fuerzas para crear un grupo fuerte, unido, cohesionado... Llegué a pensar que podía abrir mi corazón entre los compañeros con la misma libertad que lo hacía entre los primeros compañeros.

Me ilusioné con la naturaleza humana. Creí en la bondad de las personas. Yo imaginaba que no traicionarían como Judas y serían incapaces de comportarse como un lobo voraz. ¡Ledo engaño!

De repente, vino la desilusión. Se cayeron las vendas de mis ojos y me di cuenta de la magnitud de mis fantasías. Sucede que una persona desilusionada nunca más se vuelve a ilusionar. Y, en ese proceso, me vi obligada a separar las desilusiones de los desencantos. Pues, al contrario de los desilusionados, los desencantados pueden volver a encantarse nuevamente.

Anduve desencantada con mi labor, mi trabajo y mi lucha. Pero nunca perdí lo que inicialmente me deslumbró. Sigo absolutamente fascinada con la vida, con algunas personas y compañeros, con su apuesta por una Extremadura fuerte, única y que siga adelante, progresando y preocupada por todas/os y sobre todo por los que más necesitan…Mis principios e ideales no admiten desencantos.

En mi dolor llegué a meditar que desistiría de todo, pero no lo logré. Sigo creyendo que los valores por los que muchos de nosotros luchamos necesitan irradiarse a todas las dimensiones del vivir humano. Los valores de justicia, solidaridad, respeto, paz y equidad humana, no pueden quedarse escondidos sino que deben ser proclamados universalmente. Eso es tan magnífico para mí que sana mi corazón desilusionado, devuelve vigor a mi nostalgia y melancólica y da nueva energía a mi labor.

Sobre aquellas cosas con la que me desilusioné no hay marcha atrás, pero sé que mis sueños vuelven a tomar color y la esperanza y el encantamiento están ahí.

No sé qué me deparará el futuro… ni cómo saldré adelante pero tengo la certeza de que conmigo no han podido… de que zancadilla tras zancadilla he conseguido levantarme y… seguiré levantándome… porque habrá más por lo que luchar.

No me gustan por ello los desilusionados y desencantados que hacen de su desilusión y desencanto una lucha férrea… Señores, las ilusiones perdidas hay que dejarlas atrás y volver a encantarse con lo que hay, con lo que cada uno de nosotros puede aportar… no le demos al enemigo base para atacarnos. Aprendamos a aceptarnos, a luchar comprendiendo las circunstancias del momento, recordemos la historia pero comencemos a ver un poquito más… y por supuesto apostemos y apoyemos a aquellos que les toca dirigirnos en estos duros momentos. Sí todos creemos en lo mismo y luchamos por lo mismo, ¿a qué tanto enfrentamientos?, ¿a qué tantos secretos?, ¿por qué tanta traba?...

Quiero deciros, para los que no me conocéis, que no me mueve el enfado, ni el rencor. Es sincero y verdadero mi sentimiento de que seamos un grupo fuerte, en el que todos nos apoyemos y al que todos los ciudadanos de Jaraíz, de Extremadura, de España, de Europa y … porque no, del Mundo puedan acudir con libertad a manifestarnos sus quejas y también sus ideas y entre todos llevarlas a cabo si ello fuere posible, sin falsas creencias de que yo soy mejor que tú, yo soy más socialista que tú…dejemos esas niñerías … y seamos adultos de verdad, adultos con ganas, con encantamiento, con verdaderos ideales … movidos por un interés general y punto.

A lo largo de todo mi blog, se le hayan dado las interpretaciones que le hayan querido dar, NO HE ESTADO HABLANDO MÁS QUE DE ESTO: es mi deseo y mi anhelo que España, Extremadura y nuestra sociedad se fundamenten en unos ideales donde haya más democracia, o lo que es lo mismo, más progreso, más ciudadanía, más derechos, más libertad, más desarrollo, más respeto, más participación, más bondad, más cariño, más empatía, más cercanía, más afecto, más solidaridad, más igualdad, más cooperación, más humanidad, más tolerancia, más inclusión de todas/os porque es de todas/os y es entre todas/os porque es para todas/os.

Desde este mi pequeño mundo, espero estar entreteniéndoles, y si no es así, busquen algo que les haga pasar un buen rato. Yo desde luego lo haría.

Hasta pronto.







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