Hasta pronto y sed felices, yo lo soy.
viernes, 7 de febrero de 2014
JURISDICCIÓN ÍNTIMA Y PRIVADA.
Buenos días mi pequeño mundo.
Nunca he manifestado si estoy a favor o no del aborto porque es mi decisión compartir esa opinión con quien yo decido. Lo que siempre he defendido y defenderé es que la mujer decide y ¿quiénes somos los demás para juzgar a nadie?
GALLARDÓN: carta de una joven embarazada para ti
“Sr. Gallardón, vengo
a confesarle algo: voy a abortar. Soy una joven de veintidós años, recién
licenciada, que se ha quedado embarazada. Créame que esto no estaba entre mis
planes, quizá sea un designio divino de esos que ustedes legitiman
fanáticamente. Voy a abortar por su culpa y por la de toda su “santa estirpe”.
Sí, es por vosotros y
ahora les explicaré porqué.
No es tarea fácil ni
plato de buen gusto para ninguna mujer tomar esa difícil decisión, no somos
conejos, pero tampoco asesinas. Somos gente normal a la que criminalizan
siendo ustedes los mayores pecadores que nos ha dado la historia, herederos del
franquismo y de la España más rancia. Esa España que ustedes los “patriotas”
destruyen cada día, esa España que va de la mano de una de las instituciones
más hipócritas y dañinas que conozco, la Iglesia. La misma que usa a su propio
Dios en contra de los más débiles, la misma que dice hablar en nombre del
salvador mientras os llenáis los bolsillos con billetes y votos.
Voy a abortar, Sr.
Ministro, porque ustedes nos obligan a vivir en un continuo “sindestino”, dónde
ya no hay destello de luz en los ojos de la juventud cuando hablamos de futuro,
ni tampoco esperanza. ¿Cómo podría mantener yo a mi “futuro bebé” si no puedo
mantenerme a mí misma, si mis padres, currantes dónde los haya (no sé si sabe a
lo que me refiero) llevan toda la vida trabajando y ahora sobreviven con una
ridícula pensión? ¿Cómo podría cuidar de mi niño como se merece si ni siquiera
puedo cuidar de mi misma y llegar a fin de mes, si tengo que marchar de mi
hogar y emprender el viaje lo más lejos posible de este país carente de
derechos y libertades?, dime, ¿cómo puedo hacerme cargo de él si mi situación
me obliga a seguir siendo una adolescente dependiente?
Voy a abortar
Sr. Gallardón, para que mi “futuro bebé” no conozca que uno de cada tres niños
en España vive en situación de riesgo de extrema pobreza, para que no perciba
la sensación de tener hambre, para que no forme parte de la mentira del sistema
capitalista opresor, ni vea vuestros caretos muertos de risa mientras el pueblo
sufre y muere. Voy a abortar por su culpa, farsante puritano, y en otras
circunstancias, créeme que no lo haría, ya que siento un enorme dolor e
impotencia.
Es una decisión tomada
tras una larga y dura reflexión. Y ahora sé que no es egoísta, ni corresponde a
ningún tipo de delito. Sois ustedes los inmorales que señalan con el dedo a las
víctimas por sus prejuicios religiosos, los verdugos que empuñan el arma y no
dejan huella, solo rastro de dolor y cinismo. Aquellos que exponen al riesgo y
al peligro a miles de mujeres que se verán obligadas a provocarse los abortos
con hierbas naturales y otros métodos peligrosos, a ir a centros clandestinos
en condiciones insalubres envueltas en el anonimato y sumergidas en una culpa
que nadie merece.
Le aseguraré algo que
quizá aún no sepa, Sr. Gallardón, con su ley no evitará los abortos, aumentará
las muertes de mujeres a las que previamente les ha anulado su capacidad de
decisión y confiscado su libertad personal, esa que tanto tiempo ha costado
conseguir a nuestros mayores.
Hace más de 70 años,
Federica Montseny, ministra de sanidad durante la II República Española ya
expuso una cruel realidad, que por desgracia, si se aprueba su misógina ley,
volverá a estar de actualidad: “las víctimas son las mujeres pobres, ya
que las ricas pueden ir tranquilamente a Inglaterra, a Suiza o a otro país
extranjero a liberarse de un embarazo inoportuno”. ¿Se piensa usted
que somos tontas Sr.Ministro? ¿Piensa que no sabemos nada de la Historia, que
por cierto, también pretenden ustedes destruir?
Voy a abortar Sr.
Gallardón, ahora que aún tengo la posibilidad. No espero que me lea, ni
que le quede cargo en su nula conciencia. Solo espero trasladar una realidad.
Y a todas las mujeres
del mundo, unid vuestras fuerzas y apoyar a las españolas que a partir de ahora
se expondrán a los peligros y la marginalidad por unos cuantos votos
ideológicos. Mujeres, somos titulares de nuestros derechos e interrumpir o no
nuestro embarazo es uno de ellos. Tenemos el poder de decisión sobre nuestro
propio cuerpo y vida, y el Estado, supuesto representante del pueblo,
lejos de auxiliar a sus ciudadanos toma medidas que los perjudica y encadena.
No podemos permitir esto. No estamos solas.”
¿ y tú, que piensas?
Hasta pronto y sed felices, yo lo soy.
Hasta pronto y sed felices, yo lo soy.