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domingo, 29 de junio de 2008

VIVIR CON LA VERDAD.


La verdad levanta tormentas contra sí que desparraman su semilla a los cuatro vientos.

Rabindranath Tagore

Los datos falsos pueden causar que uno cometa errores estúpidos. Incluso pueden impedir que uno asimile datos verdaderos. Podemos resolver los problemas de la existencia únicamente cuando poseemos datos verdaderos. Si nos mienten quienes nos rodean, nos inducen a cometer errores y se reduce nuestro potencial de supervivencia.
Los datos falsos pueden provenir de muchas fuentes: familiares, académicas, sociales, profesionales. Muchas personas quieren que creas algo sólo porque eso conviene a sus propios fines.

Juzga las cosas por ti mismo, acepta lo que es verdad para ti y descarta lo demás. Nadie es más infeliz que aquel que trata de vivir en un caos de mentiras. Siempre existen dos versiones sobre un conflicto.

Las mentiras dañinas son producto del miedo, la malicia y la envidia. Pueden impulsar a la gente a acciones desesperadas. Pueden arruinar vidas. Crean una especie de trampa en la que puede caer tanto el que las dice como el que las recibe. Pueden producir un caos interpersonal y social. Muchas guerras se iniciaron a causa de mentiras dañinas.

A menos que podamos tener confianza en la seriedad de quienes nos rodean, estamos en peligro. Cuando aquellos con quienes contamos nos decepcionan, nuestra vida puede volverse un desorden y aun nuestra supervivencia podría llegar a estar en peligro.
La confianza mutua es el material más firme para edificar las relaciones humanas; sin ella, toda la estructura se viene abajo. La confianza es una cualidad muy estimada. Cuando la tenemos, se nos considera valiosos; cuando la perdemos, la gente puede llegar a pensar que no valemos nada.

Deberíamos hacer que otras personas cercanas a nosotros exhiban esta cualidad y la adquieran. Se volverán mucho más valiosas para sí mismas y, por lo tanto, para los demás.


Saludos a tod@s una vez más.

Sólo quería hacer una pequeña reflexión.

Si tod@s ayudamos e intentamos que cada persona confíe en sus valores, en sí misma potenciándoselos fundamentándolo en la verdad, contribuiremos a formar personas capaces, con ilusiones y ganas de trabajar aunque ello signifique esforzarse.
Y estoy segura de que su meta será NO DECEPCIONARNOS SINO DEMOSTRARNOS QUE EL APOYO QUE SE LES HA DADO TIENE SU FRUTO. Y con su esfuerzo se verán recompensados, habrán logrados grandes resultados y yo personalmente me sentiré muy gratificada.

No hay nada mejor que ver crecer personas capaces y valiosas, que las hay y muchas. Sólo tenemos que saber estimularlas, y no es tan difícil. SÓLO HAY QUE QUERER.

ÁNIMO Y A TRABAJAR.