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domingo, 20 de julio de 2008

LA VIDA: DEPENDE DE UN@ SER MEJOR O PEOR.



LA VIDA.

Un día la Vida tomó la figura de un joven apuesto y se puso a caminar por el mundo.

A la orilla de un bosque vio una cabaña, entró y encontró allí a un hombre pobre enfermo de elefantiasis: todos sus miembros estaban hinchados y tan deformes que se movía con mucha dificultad.
Oh! ¿Que venturosos vientos te trajeron a mí? ¿Quién eres tú? dijo el enfermo.
Soy la Vida, respondió el caminante . Algunos me reconocen cuando llego, pero no, cuando vuelvo. Yo voy y vengo; volveré por estos lugares dentro de siete años.
Pero, ¿por qué gimes tanto?
Tengo una enfermedad horrible; ha destruido mi aspecto humano y me ha quitado la alegría de vivir. Ya no puedo más.
Si quieres, dijo la Vida te curo. Pero tú me olvidarás.
¡No! .Le aseguró el enfermo .,Guardaré eternamente en mi memoria a quien me cure y le estaré agradecido para siempre.
La Vida esparció un polvo misterioso sobre el enfermo, y éste quedó curado como por encanto.

La Vida siguió su camino.
Enseguida llegó a la cabaña de un leproso.
Oh! ¡Bendito tú que vienes a mí! exclamó el leproso al ver al hermoso joven ¿Puedo saber tu nombre?
Yo soy la Vida dijo el recién llegado. Algunos me reconocen cuando llego, pero no, cuando regreso. Voy y vengo. Volveré por estos rumbos dentro de siete años. Puedo curarte, pero te acordarás de mí?
No te olvidaré mientras viva dijo el leproso.
La Vida lo curó y siguió su camino.

Al llegar a una aldea, se encontró con un ciego que buscaba el camino con un bastón. Cuando oyó pasos, se detuvo y preguntó.
Quién va? ¡Cuidado con este pobre ciego!
Yo soy la Vida. Algunos me reconocen cuando llego, pero no, cuando vuelvo.
Curó también al ciego y desapareció.

Pasaron los años, y a su tiempo, como lo había prometido, volvió, pero esta vez oculto bajo la figura de un ciego. Era ya tarde cuando llegó a la cabaña del ciego que había curado. Tocó a la puerta. No estaba, pero le abrió su esposa. Tenga piedad de este pobre ciego dijo la Vida. Conozco a su esposo; me puede dar un poco de agua mientras lo espero? Me basta con un poco.
Mi esposo es un verdadero tonto refunfuñó la mujer . Trae a casa a cuanto pobre se encuentra.
Puso un poco de agua sucia en una vieja jícara y se la ofreció de mal modo al falso ciego. Por fin llegó el Señor de la casa, y la Vida se dirigió a él. Estoy de paso dijo . ¿Puedes darme alojamiento hasta mañana?
El hombre murmuró algo, después extendió una estera en una esquina de cabaña y dio al ciego un puñado de cacahuetes.
Cuando despuntó el alba, la Vida llamó a su anfitrión y le dijo: No te dije que algunos conocen a la Vida cuando viene pero no cuando regresa. Tú no me has reconocido, porque la ceguera se ha quedado en tu corazón, y volverá también a tus ojos.
Dijo esto y salió dejando tras de sí una polvareda. El hombre volvió a ser ciego, como siete años antes.

Cuando la Vida llegó a la cabaña del antiguo leproso, se cubrió de una lepra tan horrible que la seguían enjambres de moscas. Tocó a la puerta, pero aquel hombre, viendo al leproso, no lo dejó entrar y rehusó darle de comer porque estaba demasiado sucio.
Te lo había dicho le recordó el caminante . Algunos conocen a la Vida cuando viene, pero no, cuando regresa.
Y se marchó dejando tras de sí un reguero del misterioso polvo. El hombre ingrato se cubrió de nuevo de tanta lepra que la carne se le caía del cuerpo.

Cuando llegó a la cabaña del antiguo enfermo de elefantiasis, la Vida se hinchó los miembros de tal modo que a duras penas podía caminar. Se asomó a la puerta y dijo: Buen hombre, un poco de agua fresca por caridad!
Adelante! ¡Adelante! ¡Entra! dijo el hombre, apresurándose a ayudar al fingido enfermo -¡Oh! ¡Qué desgracia! ¡Tan joven y tan enfermo!
Yo también, hace tiempo, tuve esa fea enfermedad, pero pasó por aquí un buen hombre y me curó.
Y mientras hablaba puso a cocer un plato de arroz, dio al enfermo nueces y una jícara llena de leche fresca, después preparó un asado de carnero y se ocupó de cuidar al enfermo.
En la mañana, la Vida se presentó como el joven hermoso que era y dijo:
Tú has reconocido a la vida también a su regreso. No olvidas los beneficios recibidos y sabes socorrer a quien sufre lo mismo que tú has sufrido.
Por eso permanecerás sano y gozarás de prosperidad.
El hombre quiso hacer un regalo a la Vida, unas vacas. Pero el joven se lo agradeció diciendo:

No tengo necesidad de riquezas.
Quiero que recuerdes una cosa importante:
La Vida puede cambiar y traer hoy bienes y mañana males, pero con frecuencia depende de ustedes hacerla mejor o peor.



Saludos a tod@s.

Como ya viene siendo habitual en mi blog, suelo utilizar historias para hablar de las relaciones personales en sentido metafórico. En mi opinión con un buen ejemplo aprendemos más que con dimes y diretes.

Y buena verdad es que cuando ya hemos alcanzado nuestras metas, a menudo, nos olvidamos de aquell@s que nos ayudaron a conseguirlo con sus palabras, sus consuelos y su ayuda. Pero lo más triste de todo es que, sobre todo, nos olvidamos de que hay más seres humanos en esa misma situación, que necesitan nuestra ayuda, nuestro apoyo e incluso nuestras palabras de consuelo, las tenemos delante, PERO NO LAS VEMOS. Nos olvidamos, con demasiada facilidad, que hubo un día en que necesitamos ayuda y algun@s nos la dieron. No queramos para los dem@s lo que no quisimos para nosotr@s mism@s.

Mi amiga Ruth suele enviarme frases de personajes, y hoy me ha enviado ésta que me parece acertada a lo que vengo escribiendo, gracias Ruth:

"Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro."

Por todo ello, desde este mi pequeño mundo os pido REFLEXIÓN, AMOR AL PRÓJIMO, AYUDA SOLIDARIA, y que nunca nos olvidemos QUE DEPENDE DE UN@ MISM@ SER MEJOR O PEOR PERSONA. DECIDIRLO ESTA EN CADA UN@ DE NOSOTR@S.

Hasta pronto.

3 comentarios:

Ruth dijo...

Sabia entrada amiga, la decisión está siempre en nuestras manos, aunque la vida o las circunstancias nos deparen malos momentos para aquel que sabe estar, sabe mantener un sano equilibrio, seguro que todas las cosas y circunstancias le ayudan a bien, recibe un gran abrazo en esta mañana.
Con cariño
Ruth

Nieves dijo...

Hola Ruth.
Gracias por estar siempre ahí.
Besos. Nieves-

Ruth dijo...

No hay de qué, haber si ahora aparece bien mi nick, porque he modificado algo en la configuración de mi blog y no consigo arreglarlo, aprovecho y te digo lee el de gustavo también está hoy muy interesante.
Un saludo, te dejo y ahora nos vemos que si no no me da tiempoooooo..... y nos damos un chapuzón para este agobiante calor.