RSS

viernes, 1 de agosto de 2008

EL PODER DE LA PALABRA II



Un día el diablo le dijo a Dios…

"¿Qué es esto? ¡Qué injusto! Haga lo que haga la gente, siempre que ocurre algo malo me echan la culpa a mí. ¿Qué culpa tengo yo? ¡Soy inocente! Mira, te mostraré como me culpan por todo".

Había un fuerte carnero sujeto a una cuerda, que a su vez, estaba atada a una estaca. El Diablo aflojó la estaca y dijo: "Esto es todo lo que voy a hacer".

El carnero dio un tirón y arrancó la estaca del suelo. La puerta de la casa de su propietario estaba abierta y, en la entrada, había un hermoso espejo, enorme y antiguo. El carnero vio su reflejo en el espejo, agachó la cabeza y atacó. La luna quedó destrozada. La dueña de la casa corrió escaleras abajo y vio su hermoso espejo, que había estado en la familia durante años, completamente destrozado. Enfurecida, les gritó a los sirvientes: "¡Cortadle la cabeza a ese carnero! ¡Matadlo!". Así que los sirvientes mataron al animal.
Pero aquel carnero era una bestia especialmente querida de su marido, que le había dado de comer de su mano cuando era pequeño.
Así que al llegar a casa halló a su hermoso carnero muerto. "¿Quién le ha matado? ¿Quién ha podido hacer algo tan terrible?". Su mujer gritó: "Yo maté a tu carnero. Lo hice porque había destrozado ese espejo tan hermoso que me habían legado mis padres". El marido, airado, replicó: "En ese caso, me divorcio de ti". Los chismosos del vecindario les dijeron a los hermanos de la mujer que su marido iba a divorciarse de ella por causa del carnero que había matado. Los hermanos se pusieron furiosos. Reunieron a sus parientes y salieron a por el marido, armados con fusiles y espadas.
El marido oyó que venían y llamó a sus propios parientes a defenderle. Las dos familias comenzaron una disputa en la que se quemaron muchas casas y murieron muchas personas.

El Diablo dijo: "¿Ves? ¿Qué he hecho yo? Tan sólo mover la estaca. ¿Por qué voy a ser responsable de todas las cosas terribles que se hicieron los unos a los otros? Yo tan sólo aflojé un poquito la estaca".

Vigila tu estaca.



Saludos a tod@s.

Esta es otra historia que he encontrado oteando por Internet.

Esta metáfora se puede aplicar a lo que ocurre continuamente en los pueblos, en los barrios de las ciudades,...en general cuando se habla entre personas.

Debemos medir lo que decimos porque un sólo comentario puede desatar un gran daño, y no debemos creer que no somos responsables. El uso de la palabra, del lenguaje es libre, por supuesto, pero hagamos uso también del respeto a los dem@s, que cada cual haga con su vida lo que le apetezca sin que por nuestra culpa se sienta aveces en la obligación de tener que dar explicaciones.

Sean buenos, fieles a la verdad, desechen la mentira de sus vidas, y vivan y dejen vivir.No saquen conclusiones falsas, ni inventen lo qué podía haber ocurrido. Sean felices y dejen que los demás también lo sean. Miren la vida con alegría.

VIGILEMOS NUESTRA ESTACA, NUESTRA PALABRA, Y NO LE ECHEMOS LA CULPA AL DIABLO. NO TE CONVIERTAS EN DIABLO.

Hasta la próxima.

5 comentarios:

xhandra dijo...

Es una hermosa parábola de la cual se pueden extraer varias moralejas. Sin duda, el ser humano lleva dentro de sí el mal y el bien, y sólo un pequeño empujón puede hacernos ir por uno u otro camino. De lo que no hay duda, es que las personas deben tener el control sobre sus propios actos y como dices, medir cada palbra, cada acción, cada mínima decisión y contemplar las consecuencias.

Un saludo. Interesante post.

bitdrain dijo...

Yo creo que más que las palabras, son los gestos los que deben considerarse, al menos cuando están ejerciendo la palabra en presencia de otras personas.

Saludos.

Nieves dijo...

Saludos a los dos.

@xhandra, hice una entrada titulada LA VIDA: DEPENDE DE UN@ SER MEJOR O PEOR, y como muy bien dices es decisión de cada un@ elegir un camino u otro. Lo que esa elección nos depare será nuestra responsabilidad.

@bitdrain coincido contigo en la importancia de los gestos cuando se hace uso de la palabra. Pero no siempre podemos apreciar éstos cuando hablamos, con un locutor de radio o en una conversación telefónica no tenemos contacto visual, sólo percibimos la palabra.
De todas formas los gestos también son importantes.

Hasta pronto y gracias por compartir conmigo. Nieves.

Ruth dijo...

Haciendo eco a la conclusión de xhandra, añadir o complementar que el ser humano se decanta rápidamente a un lado o a otro, por el bien o por el mal, pero lo realmente necesario que es buscar el equilibrio de las cosas o situaciones, es lo que menos hacemos.
Mi consejo es no precipitarse, observar aprender, hablar en medida de las necesidades, no decantarse y buscar el equilibrio en todas las cosas, es un punto a nuestro favor y siempre saldremos airosos de cualquier situación.
Un saludo a todos y recordar, buscar la esencia que es la que nos ayuda a encontrar y mantener el equilibrio.

Nieves dijo...

Gracias Ruth por tus comentarios llenos de sabiduría y amor al prójimo.
Hasta pronto. Nieves.